miércoles, 1 de diciembre de 2010

34/ Día Mundial contra el SIDA

El 1 de diciembre es desde 1988 un día de reflexión a nivel mundial. El SIDA, esa enfermedad que nos sobrecogió a tantos cuando se originó hace más de dos décadas, hoy parece haber caído en el olvido. De ser un motivo de terror y de conflictos, ha pasado a ser una enfermedad controlada gracias a la evolución de los tratamientos. Lo que ocurre es que esos tratamientos desgraciadamente no llegan a todos. En el último informe de la ONU sobre el SIDA descubrimos con horror que de los 33,3 millones de personas que tienen SIDA en todo lo ancho del mundo 22,5 millones están en el continente africano, en el África Subsahariana. Ese continente olvidado, entre cuyas fronteras los niños siguen muriendo de desnutrición para vergüenza de todos, también sufre en silencio la imposibilidad de un acceso directo a la medicación para sus enfermos. De los 33,3 millones de personas infectadas en el mundo sólo reciben tratamiento 5,2 millones. Son sin duda los que habitan en los países desarrollados, entre los que nos encontramos nosotros, asistidos por una Sanidad que nos acoge y nos cuida. ¿Y el resto? ¿Y África?

África no tiene derechos. Ésa es la conclusión.

Esta jornada debía invitarnos a todos a reflexionar sobre la realidad de este mundo injusto en que habitamos, y que esa reflexión nos condujese a exigir a quienes rigen este mundo una implicación unánime para romper este círculo atroz que es la pobreza, el hambre, la falta de recursos, la falta de asistencia sanitaria. ¡Un mundo más justo es posible!